Como cada fin de año ultimamente, cambio de casa. De momento no se donde viviré el año que viene, veremos (dependerá del presupuesto), pero a meter cosas en cajas, mover, etc. Un coñazo.
Lo cual me hace reflexionar, de la cantidad de cosas que tengo aquí. Cada vez que he ido a España he vuelto con la maleta petada. Tengo mil cosas, y cuando te tienes que mover, te das cuenta.
Sobre mi casa actual, me gusta. Es fría en invierno, pero esta guay. No me quedo por tema de presupuesto, y porque no quiero pagar el alquiler en verano por algo que no voy a usar. Y el casero quería alquilarla en verano- El casero es un tipo mayor, pero bastante majete. Bastante que no me echo dado que el segundo día se encontró aquí a Miguel y Chufin de resaca (espectáculo digno de ver). Con cosillas, pero no he tenido quejas.
Con lo cual quiero empezar a meter en cajas cosas de invierno, para no andar como el año pasado a ultima hora con estrés.
Con Dios
Al menos cuando llamó el casero y me avisó Miguel para que saliera a la puerta, tuve la sensatez de ponerme unos pantalones y no salir en gayumbos a ver quién andaba tocando los huevos a esas horas...que en mi estado, ya fue bastante pensar.
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