Buenas.
Para los que
me conocéis desde hace poco, no siempre he sido así.
De hecho, con 13 años era el pringao del colegio al que todo el
mundo pegaba, sin amigos, ni oficio ni beneficio,
malos días aquellos. No me siento orgulloso, pero aprendí
muchas cosas de esa época, sobre todo a valorar la amistad. Lo que no te mata te hace mas fuerte.
Todo cambio con 14
años, coincidí con Rec y Chufo en clase, y Chufo y yo montamos un
grupo de amigos que con el paso de los años (con idas y venidas)
sigue subsistiendo (de acuerdo, con un poco de ayuda de Pintrul y
Sergio...)
Pero el tema de
esta entrada es los amigos que he dejado en el camino. Amigo para mi
no es cualquiera, espero lo máximo y lo doy todo. Que considere a
alguien mi amigo de verdad es complicado (y eso que me siento
orgulloso de tener muchos y variados), y cada vez que he perdido uno
me he sentido dolido y triste.
Todo esto viene a
cuenta de un sueño que tuve el otro día...
Mi primera
decepción como amigo fue Miguelan. Le consideraba un amigo de
verdad, pero se echo novia y todo cambio. Poco a poco dejo de quedar,
de hacer cosas con nosotros, solo con ella, y llego un punto que ya
no se contaba con el para nada. Esto paso hace 14 años, joder como
pasa el tiempo.
En este sentido no
pude reprocharle nada, desde el primer momento fue sincero, me dijo
que su prioridad era su novia, y obro en consecuencia. Alguna vez le
he visto por el fútbol, pero la verdad es que no se nada de el.
Mi primera
traición fue Susana. Era compañera y amiga mía del ejercito.
Cuando su novio se mato en un accidente de trafico, me volqué con
ella. Deje todo por estar a su lado (es lo que se supone que los
amigos hacen), la apoye, estuve encima, hasta que 6 meses después
empezó a salir con otro chico y me mintió, me utilizo y se
aprovecho de mi amistad. Me sentí profundamente dolido, nunca
entendí su egoísmo, pero aprendí una buena lección. A día de
hoy, hace unos 10 años que no se nada de ella.
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