Pasaran mas de mil, muchos mas (que decía la canción) y no aprenderé. Nunca.
Son las 3:25 de la mañana. ¿Que como estoy? Ahora mismo jodido, para que negarlo. ¿Mañana? Seguramente igual. Pero pasado mañana estaré bien. Hay algo en lo que he trabajado toda mi vida, y es en conocerme. No entiendo a la gente que hace las cosas y no sabe porque. Y hay mucha, podéis creéroslo. Y se que el domingo quizás no, pero el lunes todo estará en su sitio. O eso quiero pensar (el lunes os cuento)
Sigo ganando batallas, pero perdiendo guerras. Y es lo que hay. Estoy en Lituania estudiando medicina, el sueño de mi vida. No me puedo quejar, lo se. Tengo una oportunidad increíble, y me siento terriblemente afortunado. Pero a veces pienso que me gusta complicarme la vida, vivir en el filo. estar jodido. En momentos como este pienso que gilipollas del todo. Pero que le voy a hacer, es lo que soy.
Cometo errores con los que en el pasado he sido poco comprensivo. Pero siempre es mas fácil opinar desde fuera que vivir las situaciones desde dentro. Cada día intento ser mejor persona (es una de las máximas de mi vida). Pero he cometido errores. He dicho gilipolleces. He opinado sin saber. Y todo ello me ha llevado a donde estoy ahora, es parte de mi. Pero no me siento orgulloso de ello.
La vida evoluciona, y somos veletas (algunos mas que otros), pero a veces te planteas tus decisiones del pasado. En bastantes ocasiones pienso, ¿Que pensaría mi abuelo de todo esto?
Kant decía que lo bueno o lo malo solo esta en la intención. Alguien me dijo alguna vez que hay cosas que aunque con buena intención, duelen. Verdad (me lo dijo una de las personas que mas me ha marcado en mi vida, en algunas cosas en positivo, y en bastantes mas en negativo, por desgracia).
Pero si la intención es buena, en mi caso es complicado que me enfade. Si a eso lo juntamos que en general creo en la buena intención de las personas, pues mal vamos. O mas bien, así me va.
La gente opina. Esta bien, pero sin darse cuenta dicen cosas que reabren heridas. Que nadie piense que estoy enfadado con nadie, ni muchísimo menos. Al contrario, es un halago que la gente se preocupe por uno.
Llevo tres días durmiendo poco (no puedo dormir con la luz del sol y estos últimos días me he acostado tarde), estudiando bastante, haciendo pocas cosas, o muchas según se mire, ganando batallas, perdiendo guerras, viviendo y cumpliendo mi sueño. Soy un tipo afortunado y estoy muy orgulloso de lo que estoy haciendo.
Esta entrada no tiene sentido para casi nadie, pero si para mi. Es de estas cosas que me gusta leer con el paso del tiempo.
Son casi las 4, y seguramente a eso de las 8 me levantaré a estudiar, así que paro de divagar. Con Dios
