jueves, 15 de enero de 2009

Berlin I. Alemania, ¡¡¡que potencia!!!

Cuando Gonzalo se piro de Pernod (antes incluso), habíamos hablado de ir a Berlin. Si todo el mundo habla que esta muy bien, pues por algo sera. Así que lo organizamos (por decir algo). Lo comente por el grupo, y al final fuimos Juan (de la uni), Gon, Marcos, Chufo y el que os escribe.
Lo del titulo. Tiene su sentido, pero es mas para los que estuvimos allí.


El día 10, a las 11:30, salíamos con destino a la Capital de Alemania.
El viaje empezó raro. Camino del aeropuerto se desmayo un tipo a nuestro lado. Pero llegamos bien de hora.
Estaba Marcos, y Chufin llegó un poco mas tarde.

Facturamos las maletas, y nos pusimos a esperar para embarcar. Y es curioso, porque nuestro viaje estuvo a punto de morir antes de empezar. Estábamos hablando, despistados, al lado de nuestra puerta.
Hasta que escuchamos por los altavoces “ultima y definitiva llamada para el vuelo de Berlin” ¿ultima y definitiva? Estábamos a unos 10 metros de la puerta de embarque, en la parra, y casi perdemos el avion.

El vuelo, petado, pero bien. Compañía low cost, estrecho, pero bueno.
Aterrizamos, recogimos las maletas, y empezó la aventura. El metro de Berlin es un poco caos, y eso pseudo-gratuito (sin comentarios). No teníamos mucha información de Berlin (por no decir nada), pero Gon se “encontró” una guia en el aeropuerto, y fue la que nos ayudo bastante.

Pues llegamos a Berlin, y antes de buscar el apartamento, y sin saber donde ir, pues que hacer. Cervezas y salchichas. Nos tomamos unas cervezas y unas salchichas, en el mismo aeropuerto.
Una vez llenado el buche, nos fuimos para el apartamento. No nos fue excesivamente difícil encontrarlo. El apartamento estaba muy bien. Era para 6 (en teoría iba a venir Pintrul), amplio, caliente (porque hacia mucho frio), con wifi. Muy bien.

Estaba a 10 minutos andando de Alexander Platz, una de las principales plazas de Berlin. Bastante céntrico.
E
sa tarde nos fuimos a dar una vuelta por Alexander Platz. Había un mercadillo navideño. De hecho, Berlin estaba lleno de esos mercadillos. Están muy chulos, y dado que en Berlin a las 16:00 es noche cerrada, dan mogollón de vidilla. En esos mercadillos hay salchichas (currywurst y brackwurst), cervezas, vino caliente (que gran invento), noodles, y dulces. Vamos, lo que fue nuestra dieta cuando estuvimos allí.

Dimos algunos tumbos, y aparecimos en un irlandés (Kilkeny), donde trabajaba la madre de mis hijos (aunque eso lo descubrimos mas tarde), con la intención de ver al Madrid (en Champions)
Nos tomamos un par de pintas, y a dormir (no todos), ya que estábamos destrozados.
Entre pitos y flautas nos acostamos a la 1, otros a las 2.


Al día siguiente queríamos hacer el tour gratuito por Berlin.

3 comentarios:

  1. Que gran viaje!!!

    Sigue sigue contando...

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  2. "Apareció" una guía?? jajaja! falta la parte 2ª!

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  3. Seamos sinceros coño, si el bure es un chorizo y roba una guía de Berlín en el aeropuerto, bautizada como hurto-guía, que confiese hombre!!!!!

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