Malos dias, muy malos dias

Hey.
Llevo mucho sin escribir. Sin escribir flexiones, y sin escribir en general. Malos días.

Llorar, extraña sensación de demostrar sentimientos. He de decir que llorar me parece una demostración de debilidad (tara de Bure), y no me gusta nada. Intento controlar eso, y no llorar nunca (aunque no se puede).
Supongo que por eso, no he llorado muchas veces en mi vida. Llore una vez en el campamento (frustación), he llorado cuando he tenido una lesión grave (por el dolor), cuando he terminado con alguna chica (tristeza), y llore en Amsterdam (alegría).
Pero el viernes y el sábado, sobre todo el sábado, llore mas de lo que había llorado en mi vida. Mas del doble, del triple. De manera incontrolable, imparable. De hecho ahora mismo se me saltan las lágrimas recordando.
Nunca en mi vida he estado así de triste. Ni parecido siquiera. No es como explicar esta sensación, pero es como si todo lo que esta alrededor pasase (nada se para), pero con un velo de amargura, de pena, no se.
Nadie (excepto Raúl) sabe de que estoy hablando. El jueves por la noche se murió mi abuelo. De las personas mas importantes en mi vida, que mas me han influido, de las que mas he querido y querré jamas.
Esta entrada se esta convirtiendo en demasiado personal, así que aquí se acaba este tema.

En tiempo de cambiar, cada vez lo tengo mas claro. No valgo para disfrutar lo que hay, tengo que tener un objetivo por el que tirar. Y disfrutar el momento no me vale. De una u otra manera hay que cambiar de rumbo.

Pues eso, días malos, los mas tristes de mi vida, que tal como somos, se pasaran, y todo este dolor se convertirá en buenos recuerdos. De los buenos momentos vividos, de las comidas juntos, de vacaciones, de todo eso.
Pero se que le voy a echar mucho de menos.

Poco mas.
Con Dios