Como los espartanos en la batalla de las Termopilas, los valientes Tiguerones acudieron a la batalla.
El escenario era dantesco. El agua jarreaba, calando los cuerpos. El terreno empapado, embarrado, impracticable cuanto menos.
EL rival les superaba en numero. Eran fuertes y atléticos, pero los Tiguerones no se amedrentan ante nadie. Y así comenzó la batalla. Frío, agua, barro, enemigos que les superaban en numero...
Aun así, los bravos Tiguerones no se dejaron comer el terreno. Lucharon hasta el éxtasis, hasta que las fuerzas flaquearon. Y solo cuando las fuerzas faltaron, el cansancio se apodero de ellos, solo en eso momento, cayeron. Con la cabeza bien alta, con el orgullo intacto, pero los bravos Tiguerones cayeron derrotados.
Bajaron a los limites del inframundo, lucharon contra titanes, y perdieron. Pero la historia les recordara como se recuerda a los mártires del Álamo, como héroes.
SIempre Tiguerones.
muy poetico...aunque algun enemigo rebasaba los 63 palitos jajja,sin embargo se que luchasteis hsta la muerte
ResponderEliminarCoño Elena, no me jodas la épica del momento.
ResponderEliminarSi, habia un pollo de 63 años (de hecho nos metió el 2-0), y palmamos 7-1. Pero esas cosas, no es necesario compartirlas ;-)